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LA SEXUALIDAD Y EL MIEDO A ENAMORARSE
El hombre tiene miedo a enamorarse
y el sexo se utiliza para evadirse del amor.
Decía Julián Marías
que no somos simplemente animales. El animal solo necesita lo que tiene.
El macho necesita a la hembra transitoriamente en época de celo.
Pero el hombre necesita lo que tiene y lo que no tiene. Sigue necesitando
lo que tiene porque no se conforma con una época. Decía Beaumarchais
“beber sin sed y hacer el amor en todo tiempo es lo que distingue al hombre
de los animales”.
Julián Marías ponía
el ejemplo de que si necesitamos a una persona para nos lleve la maleta,
no le necesitamos como persona sino como cosa, pues podemos sustituirla
por una máquina, por eso, seguía Marías, “cuando estamos
con alguien únicamente por el placer sexual, no le tratamos como
persona, sino como cosa, aunque no sea solamente eso”.
Y con todo esto Marías quería
señalar que el hombre necesita a la mujer para ser hombre y a la
inversa. Que sólo en la pareja hombre y mujer podemos proyectarnos
hacia el futuro, sólo aquí hay continuidad. Ya advertía
Marías que el hombre actual no quiere enamorarse y se distrae para
no enamorarse y señalaba que al tener sexo fácil, como evasión,
evita que nazca el amor, huye de él. El hombre tiene miedo a enamorarse
y el sexo se utiliza para evadirse del amor. Es la forma más enérgica
de huir del enamoramiento, decía Marías.
Pero qué clase de hombre
es ese. Tenía razón Machado cuando sentenciaba que “un hombre
no es hombre hasta que no oye su nombre en labios de una mujer”. Esto quiere
decir que sin imaginación no hay amor, ni amor sexual. Hay que inventar
el amor e interpretarse. A la mujer la interpreta el hombre y al hombre
la mujer. ¿No es el amor una conversación de cincuenta años?,
señalaba Marías.
Llegó a decir Marías
que “las mujeres les gustan menos a los hombres a fuerza de hablar de sexo,
del empacho de sexo trivial, superficial, se está disipando la realidad
del amor sexual. Trivializando el amor sexual … se dice del sexo ¡pero
es que no tiene importancia!, eso es lo malo, no es como tomar un refresco
…”
Y concluía Marías
con una frase certera: “el enamoramiento reclama la inmortalidad, el enamorado
ama desde siempre y ama para siempre con toda su vida durante toda su vida
y mucho más de ella, necesita amar para siempre. Estar enamorado
significa la necesidad de seguir estándolo por toda la eternidad”.
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