UNA SORPRESA DESAGRADABLE.
Por desgracia un caso real.

Un piloto español llegó
a Nueva York completamente agotado después de un montón de
horas de avión desde Madrid. Sin embargo, los compañeros
le convencieron para tomar una última copa en la cafetería
del hotel.
El piloto no podía dar crédito
ante lo que se le acercó dentro de un cuerpo de 1,90 lleno de curvas.
Era la rubia más realmente rubia que había visto en su vida.
Encima parecía con ganas de marcha y se puso a hablar con ella ante
la mirada perpleja de sus compañeros que lamentaban haberle convencido
a tomar la última copa.
La sorpresa vino cuando salió
del bar cogiendo a la rubia de la cintura (porque no llegaba a los hombros)
y se despidió de los amigos con un guiño cómplice.
Al día siguiente se retrasaba
para tomar su vuelo pero a nadie le sorprendió ante la conquista
realizada. El problema es que pasaron las horas y no era posible contactarle.
En ese momento aparecieron a preocuparse ¿habrá algún
problema?.
No tardó en llegar una llamada
de la policía anunciando que habían dejado a un hombre abandonado
en un parque. A este hombre, el piloto, le faltaba un riñón.
Luego la policía les explicó de la existencia de mafias especializadas
en seleccionar a individuos que por su edad y tamaño pudiesen ser
útiles a alguien necesitado de órganos.

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