CÓMO NOS VEN ELLAS /opinión
femenina |
UNO MÁS UNO NO SON UNO,
SON DOS, NO UNO.
¿Por qué no me quieres
como soy?
Blancanieves y Cenicienta son el
mito del amor romántico como el único amor posible. Estas
dos asquerosas son las culpables de que las mujeres sigamos buscando a
nuestro príncipe azul.
Bueno, llega un día y lo
encontramos y el muy … nos quiere cambiar y transformarnos en su princesa
rosa.
Aquí empieza la fiesta, el
me quiere cambiar y yo le quiero cambiar, los dos queremos que esa persona
encaje en nuestro ideal, y esto es imposible. Todos somos imperfectos y
no hay ni príncipes azules ni princesas rosas. La imperfección
es una ley natural.
El problema es que si no nos cambiamos
hay que aceptar que uno más uno no son uno, son dos, no uno.
Tenemos que aceptarnos, saber que
no nos pertenecemos y que somos personas independientes con las que compartir
la vida. Uno más uno no son uno, son dos, no uno.
Así de fácil y nos
hacemos la vida más fácil.
El problema es que con esta receta
nos serviría cualquiera y por culpa de esas dos asquerosas, Blancanieves
y Cenicienta, no nos sirve cualquiera.
Menudo lio, no hay príncipes
azules, pero cualquiera tampoco vale, y el que vale quiere cambiarme y
me habla de no sé qué rol. Que si voy con una gente que me
tiene encajada en un rol y que si no salgo de ese ambiente mantengo el
rol, y que a él no le gusta ese rol, y que lo quiere cambiar. Pero
ese es mi rol, yo soy así, el lo sabe, y en mi entorno hay de todo,
el lo sabe, y si me deja me quedo más sola que la una.
Y esto es machismo y las parejas
tienen más conflictos por los roles de género que por celos
o infidelidades.
Así que me dice, vale acepto
tu rol y tú aceptas el mío. Los dos seguimos juntos y con
la misma gente de antes de conocernos. Acepto.
Me entran los celos. Miro es su
red social y no me gustan las fotos que veo. Lo he aceptado, pero no me
gusta. Le tengo que cambiar, él tiene que cambiar, pero yo no cambio,
maldito machista.
Me dice que hay que fijar unas líneas
de juego, como si fuese un campo de fútbol, que tenemos que ponernos
límites, que no tener límites es peligroso. Y yo le digo
que claro que hay límites, los suyos, yo no tengo límites,
y cuando se pone muy pesado le engaño y hago lo que quiero, a mí
nadie me pone límites, yo me pago mis facturas.
Y un día me dice que se acabó
y me doy cuenta de que estaba enganchada a la peor de las drogas: el amor.
La antropóloga Hellen Fisher realizó un estudio con grupos
de cocainómanos y enamorados y descubrió que tienen las mismas
sensaciones. De ahí que se defina el amor como una droga: ambos
provocan sentimientos placenteros y, cuando ya no están esos sentimientos,
aparece el mismo síndrome de abstinencia.
Llego a casa de mis padres y me
preguntan ¿cuándo te casas?. Realmente han asumido que no
me caso y lo que quieren preguntar es si les hago abuelos. Y dependo emocionalmente
de esto que esperan de mí y que yo también deseo, aunque
el reloj biológico vaya tan retrasado. Ahora que las mujeres hemos
conseguido la independencia económica, seguimos dependiendo emocionalmente
de nuestro entorno más querido.
Si tienes pareja malo porque te
quiere cambiar, y si no la tienes peor porque te deprime no haber
alcanzado una meta social: pareja e hijos (vida Blancanieves y Cenicienta).
Podemos tener una familia fantástica, unos amigos estupendos, un
buen trabajo, un cochazo etc., pero si no tenemos pareja estamos siempre
deprimidas.
Y me acaba de borrar de su perfil
para que no curioseé su vida, pero será …
(Ver
video)
LA OPINIÓN DE LOS LECTORES. |
LECTOR
Claramente este artículo se inspira en
las declaraciones de una prestigiosa sicóloga a varios medios y
en el que trataba de la problemática de las mujeres ante la imposibilidad
de adaptarse al rol histórico de esposa y madre (Blancanieves y
Cenicienta). El resultado es una sensación de culpabilidad que nos
impide disfrutar a las mujeres de lo que tenemos. Es un rol histórico
muy complicado de superar. Queremos vivir independientemente pero nos sentimos
culpables si no seguimos el rol familiar. Probablemente lo más sencillo
es que hay personas que no quieren sacrificarse por los demás y
menos por una familia pero en muchos casos el dilema familia o realización
profesional son irresolubles.
LECTOR
Es el caso de mi pareja. Una egoísta integral
que no entiende que vivir en pareja conlleva unas obligaciones. No quiere
obligaciones y me habla de futuro, pero que futuro se puede mantener con
una persona que entiende la vida desde la única perspectiva de su
individualidad.
LECTOR
El problema de fondo es que las mujeres quieren
tenerlo todo, y todo no es posible. Quieren ser madres de familia y mantener
la vida de solteras. Conozco el caso de una mujer que sale todas las noches
para volver de madrugada y deja al niño con su marido. El pobre
si se divorcia va a la calle y pierde al crio, así que se queda
de canguro y disfruta de la paternidad porque ella es madre pero no está
interesada en la maternidad.
LECTOR
Realmente algunos hombres mantienen conductas
más honestas. Llamé a mi ex marido por puro aburrimiento
y por si caía algo. Me contestó que había iniciado
una relación por la que apostaba para crear una familia y que verme
a mí podía ofender a su futura. Me tuve que tomar un tranquilizante,
pero el caso es que su apuesta no era una excusa, sino un propósito
de iniciar una nueva familia. Cuando me enteré de que tenía
un hijo me tuve que tomar la caja entera de tranquilizantes. Me fue imposible
no pensar que el precio que había pagado por no ajustarme al rol
que él demandaba me había impedido ser la madre de aquellos
hijos, es como si hubiese sacrificado los hijos deseados. La opción
es complicada, máxime cuando a mí me dijo que no quería
tener familia.
LECTOR
La desconfianza recíproca es el problema
de fondo, pero es que confiar no es fácil. Mi amiga estuvo viviendo
con su jefe durante años y ahora el novio está celoso cuando
va a trabajar. El pobre se queja y ella le llama machista. Uno de los argumentos
que le ha dado es que no está actualizado y que la opinión
de su jefe es que debe adaptarse a los nuevos tiempos. En el momento actual
es imposible prescindir de un trabajo, pero una relación de este
tipo requiere un sobreesfuerzo de confianza en la otra persona. La linde
entre la confianza y la ingenuidad es demasiado fina.
LECTOR
El hombre es hombre y la mujer mujer, cuantos
menos problemas se generen más solidez tendrá la pareja y
la familia. El personaje del artículo, sea mujer u hombre, es un
ejemplo de inmadurez, tiene un miedo insuperable al vacío social
y hace prevalecer aquellas relaciones que pueden perjudicar a su relación
de pareja en beneficio de su status social. Normalmente estas situaciones
se generan en personas que han salido de un fracaso sentimiental y tienen
miedo a volverse a entregar, de modo, que la nueva relación siempre
fracasa. Además hay un conflicto de miedos, el miedo a aislarse
socialmente y el miedo a no conseguir la relación deseada o la paternidad
o maternidad que se quiere. Cuando estas personas se enfrentan a la realidad
de que sus exparejas progresan sentimientalmente y ellas se quedan ancladas
en relaciones que siempre fracasan vuelven a reiniciar el círculo.
Y queda la autoconfianza, el asumir que nada de lo que han hecho es su
culpa, con lo que tienen a relacionarse con personas inmaduras emocionalmente
para que confirmen sus actitudes. Normalmente es un diálogo de fracasados
emocionalmente que se justifican recíprocamente.
LECTOR
Mi ex me citaba para pasear a los niños.
Hasta aquí todo bien y mi pareja lo aceptaba. Luego organizó
un viaje con los niños y aunque teníamos habitaciones separadas
pues mi pareja se enfadó. La nueva relación se rompió
por su desconfianza y por mi poco sentido común porque al final
pasó lo que tenía que pasar y mi nueva relación lo
intuyó, porque esas cosas se ven a kilómetros.
LECTOR
Cuando hay hijos todo cambia. El nivel de compromiso
hacia los hijos debe superar todo egoísmo. No es lo mismo una relación
casual que una relación que se plantea a largo plazo y con intención
de formar una familia. La unión con personas que no aceptan compromisos
y anteponen su egoísmo no perjudica sólo a la nueva pareja
sino a los futuros hijos.
LECTOR
Estoy rodeada de amigos y familia que se alegran
conmigo cuando soy feliz, cuando tengo momentos felices, cuando me lo paso
bien y quiero tener una relación en que los dos sean felices cuando
el otro o la otra es feliz, y cuando no siempre estás en el centro
de toda la atención de tu pareja porque sabes que estás en
el centro del corazón del otro. Eso es hacer feliz a una persona.
No encelarse ni enfadarse cuando el otro es feliz. No envidiárselo.
Oh daddy dear you know you are still number one but girls they wanna have
fun. Lo que no quiero es ver todo lo malo en una persona. Esperar lo peor.
Y como somos humanos, la vida te dará razón. Con cualquiera.
Esto nunca falla. Pero así no quiero vivir.
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