Los que antes eran guerreros, hoy en día son ejecutivos. Tienen dos posibilidades: los guerreros se hacían ricos y famosos conquistando otros países o morían, o se quedaban minusválidos en la batalla. Los workaholics o se hacen muy ricos y famosos trabajando o mueren de un ataque de corazón, o se quedan paralizados de un derrame cerebral. 

Cuando aparecen los primeros síntomas de estrés hay que tomar medidas. Esto es muy difícil parar a una persona en pleno camino hacia el éxito personal y económico. 

DEMASIADOS FRENTES

Al principio todo parece bien porque en muchos casos la vida parece genial. El trabajo va bien y el hombre se ve imprescindible por lo cual tiene que hacer de todo, y no solo ocho horas al día, sino que resulta que las 24 horas ya no bastan. Se duerme menos, se come peor, se abandonan cosas importantes para uno mismo 

EL ERROR MASCULINO.

Una vez en esta situación, muchos hombres se niegan a aceptar que no puedan seguir así. Combaten los síndromes corporales (cansancio, desanimo, dolores de cabeza) pero no ven la raíz de esto. 

La mentalidad ha cambiado: Se conocen estos síndromes. El hombre ya no tiene que ser el todopoderoso que no necesita a nadie. 

Y es lo primero que hay que aceptar: Ayuda. Los mejores gestores saben delegar. Hay que hacer una lista con las cosas menos importantes, las que puede hacer otra gente. Por eso hay que dejar espacio a los otros. Hay que aceptar que no es usted la única persona en este mundo que sabe hacerlo. Esto pasa en muy pocas cosas. Puede ser una cuestión económica. Pero hay que buscar a gente donde pueda. 

Con el tiempo que queda libre hay que encontrar una forma de descansar. No volver a utilizarlo para otra actividad. No se debe confundir el reposo con estar perezoso. Tiene que ser posible que se descanse un par de horas al día, que se haga algo que no tiene un fruto económico.

REHACER LA VIDA

Puede ocurrir que la gente que ha trabajado demasiado ya ha abandonado las relaciones humanas. Primero siempre se deja a los amigos y a la familia en la esperanza de que estos lo vayan a aprender. Pero la tolerancia tiene sus límites. No es raro que algunas veces este síndrome venga acompañado por otros problemas familiares: discusiones, problemas en la escuela, etc. Reencontrar la felicidad privada no es una mera exigencia moral: una vida privada plena y feliz es el apoyo y la ayuda principal de todos. Si no existe... Puede ser tan fácil: Muchas veces llega un simple “gracias” como reconocimiento del apoyo. Puede ser tan barato. 

Al principio todo esto puede parecer superable pero puede llevar a enfermedades y a problemas más graves. Claro que se puede tener suerte. Pero no todos los guerreros regresaron a casa.