¿DÓNDE VAMOS?. A CASARNOS, CLARO.

Me subí al coche y le pregunté ¿dónde vamos?. 

Me subí al coche y le pregunté ¿dónde vamos?. Me contestó a casarnos, claro. Al principio pensé que era una broma pero nos dirigíamos a los Pirineos y empezábamos a deambular por carreteras estrechas de montaña.

¿Pero dónde vamos por favor, no me hagas esto?. Pues a casarnos, a una parroquia pequeña e íntima, algo para nosotros. 

¿Me lo juras?. Te lo juro.

Pero cariño yo no puedo hacer esto a mis padres, ya sabes como son, tenemos que casarnos con toda la familia. Yo no podía hablar, quería, y algo me frenaba. 
 

No quería ofenderle en su plan de boda secreta. Llegamos a un pueblecito pequeño, por fin aparcó delante de una pequeña iglesia románica.  Estábamos rodeados de la nada.

No le pude decir que no, estaba tan enamorada. Le di la mano y me dejé llevar con toda la ilusión de una novia el día de su boda, ya les pediría perdón a mis padres.

Abrió la pesada puerta de roble y aquella pequeña iglesia pareció agigantarse. Dentro estaban apiñados todos. Mi familia, mis amigas, mis jefes, un ex novio que me miraba con envidia, todos. Yo no supe ni ... Mi hermana se acercó y me cogió de la mano hacia una pequeña sacristía. Allí estaba mi vestido blanco. 

Cuando el cura me preguntó si le quería, le contesté que le adoraba.

Hacía dos semanas le había dicho que me había quedado embarazada. Me dijo, sólo te pido una cosa, no se lo digas a nadie hasta dentro de dos semanas.