El único acuerdo es pasarlo bien y nada de  responsabilidades, el problema es cuando uno dice ¿y si nos casamos?, ¿y si tenemos hijos?. Historia de una mujer de 35 años después de 10 años de convivencia “sin compromisos”.

Actualmente existe un sinfín de modelos de familia. Los dinkis constituyen la última oleada. Se trata de parejas jóvenes que deciden no tener hijos, al menos por ahora, para poder disfrutar de la vida. 

El término dinki viene del inglés (double income no kids), y su traducción es bien sencilla: parejas que conviven sin hijos. Sin embargo se trata de algo más.

En España, y según el estudio sociológico realizado y presentado recientemente por Millward Brown, hay nada menos que 800.000 parejas dinkis, lo que representa el 4,3% de la población española mayor de 14 años. Más concretamente, se calcula que en Canarias hay 24.000 parejas dinkis; 48.000 individuos que han decidido posponer la paternidad para poder viajar, disfrutar de los más variados actos sociales y culturales, desarrollarse profesionalmente, leer, escuchar música, ir al gimnasio... 

Con edades comprendidas entre los 25 y los 35 años, los dinkis retrasan ser padres para saborear un estilo de vida que prolonga la juventud. 

El estudio de Millward Brown indica que este nuevo modelo de familia ha crecido en los últimos cinco años en España nada menos que un 75%. Además de no tener hijos y contar con dos sueldos, las principales características de una pareja dinki son: independencia, individualismo, narcisismo y hedonismo. Adjetivos que en principio pueden parecer duros. A ello se suma que los dos miembros de la pareja tienen los mismos roles y comparten las tareas domésticas sin distinción de sexos. 

Este nuevo segmento de la sociedad lo constituyen «parejas cuyos dos miembros trabajan, sin hijos, aunque es un objetivo» de futuro, pero «no es gente sin responsabilidad». Cuenta Joao Marques, director general de Milward Brown en España, que estos individuos «quieren estar bien preparados» antes de afrontar la paternidad, además de «querer fortalecer la conexión entre la pareja». Para ello, y según se desprende del análisis sociológico realizado, trabajan mucho más que el resto de la población, siendo sus aspiraciones profesionales un 50% mayores que las de cualquier otra persona. 

Dice Marques que las parejas de dinkis «ahorran en el día a día por trabajar», para luego vivir a tope el fin de semana y en período vacacional. «Quieren disfrutar de la vida antes de meterse en responsabilidades» mayores.

Y qué mejor manera de disfrutar que viajando. Los dinkis viajan un 78% más que el resto de la población, y lo suelen hacer a sitios nuevos, exóticos y lejanos. 

Pero para que el círculo se cierre, y poder gastar en lo que más les gusta, hay que trabajar. «Viven dos vidas», apunta Marques; «de lunes a viernes trabajan y gastan toda su energía en crear nuevos ingresos». Luego, cuando llega el fin de semana y salen «del infierno», se desquitan de tanto sacrificio y aprovechan al máximo su tiempo de ocio.

Junto con la tercera edad, «los grises», como señala Marques que se les llama en el mundo del marketing y la publicidad a los jubilados, «son los que más están invirtiendo en disfrute». Para ello, no escatiman en comprar ropa -si es de marca mejor-, pues su imagen es muy importante; en comida buena y restaurantes exóticos; en discos, libros, dvds y alta tecnología...

Sin embargo, llama la atención que el 73% de los dinkis vive de alquiler. Sus hogares son minimalistas y funcionales, luminosos y abiertos. En este sentido, apunta el directivo de Millward Brown que aunque «los dinkis suelen vivir de alquiler, ahorran para tener una suya, a su gusto», en un futuro. Es en esa casa donde vivirá el único hijo -«monodosis»- que con probabilidad tendrán estas nuevas parejas, aunque muchos prefieren las mascotas. «La seguridad les preocupa bastante», por ello calculan sus pasos. Sin embargo, «todo lo que es la familia tradicional no existe».
 

73% 

compra más dvs que el resto de la población; un 28% tiene cámara digital; y un 63% de los dinkis gasta más de 16 euros al mes en telefonía móvil, un 69% más que el resto.

35% 

utiliza la banca en on line frente al 16% del resto de la población. Y es que los dinkis utilizan internet dos veces más que los demás españoles.

66%

les encanta viajar al extranjero. Además, el 30,2% se ha ido de vacaciones en el último año al menos tres veces -un 78% por encima del resto-. El 50% posee equipamiento deportivo. Y un 51,5% le gusta salir de noche.

Estas parejas disfrutan además de un gran nivel económico y tienen un perfil consumista. Son un 50% más ambiciosos profesionalmente que el resto de la población. En relación a la familia tradicional, estas nuevas parejas compran el doble de libros y música. Los 'dinkis' viajan un 78% más que el resto de la población y eligen en más ocasiones lugares nuevos. En relación a la comida tienen un perfil de gourmets y han probado la comida exótica el doble de veces que el resto de la población. 

Del estudio, elaborado por Millward Brown a nivel internacional, se deduce que los 'dinkis' españoles son usuarios de nuevas tecnologías. Navegan y compran en Internet dos veces más que el resto de la población. En relación al hogar, la mayoría de 'dinkis' vive de alquiler, lo que supone un 73% más que el resto de la población española. Sus hogares son minimalistas, abiertos, luminosos, con muebles funcionales y equipamientos deportivos. 

LOS PROBLEMAS

Los problemas de estas parejas cuando uno de ellos dice ¿y si nos casamos?. O si la mujer visita al ginecólogo y le recuerda que se le está pasando la hora del reloj biológico ¿y si tenemos hijos?.

En muchos casos, estas parejas, que se ha unido para compartir diversión y gastos pero no obligaciones, se rompen en estos momentos para empezar otra relación similar ajena a todo tipo de responsabilidades.

En un foro femenino comentaba una ex-dinki: 

“Al principio todo era fenomenal. Un piso en común, un montón de sexo, todos los visajes posibles, aunque fuese con la mochila … Ahora tengo 35 años y quiero tener hijos. Mi novio de 40 primero me dijo que ni pensarlo y que “si me quedo” que lo solucione “en el plazo legal”. Me quedé fría después de casi 10 años viviendo juntos. Mi hermana tiene 27, se casó hace dos años y ahora tiene un hijo de un año. … Ante la envidia que me daba, empecé a atosigarle para ver si le convencía. Ahora me ha dejado por una más joven que yo, así que volverá a vivir lo mismo .. Yo me he quedado sola, con una depresión que me tiene con pastillas todo el día y me afecta en el trabajo. Ando buscando piso de alquiler y no me llega. Los hombres que se me acercan me dicen que “estoy en el saco de las divorciadas, pero sin pensión”.