NO SE PUEDE DAR TODO

Hasta dejar el corazón vacío.

Hay amores sin medida. Es el amor a los hijos. Es imposible no darlo todo. Es imposible no seguir queriéndoles. Son amores que nacen de la naturaleza, que nacemos con ellos como nacemos con ojos y piernas. Somos así, los padres siempre quieren a sus hijos, aunque digan lo contrario para engañarse.

Hay otros amores que deben medirse. Son amores con los que no se nace. Son amores que se encuentran en el camino. Son amores que cuando se van nos arrancan un trozo de nosotros, como si nos cortasen un brazo. 

Son amores que deben medirse porque si se da todo no queda defensa y hay que seguir viviendo. 

Por eso no se puede dar todo, hay que dejar algo en la mochila para poder recuperar las fuerzas, levantarse, y salir en busca de otro amor que merezca tanto amor.

Pero cuánto cuesta no darlo todo, no confiar ciegamente. ¡Cuánto cuesta no jugárselo todo a una carta!