VIAJE A LOS ÁRBOLES EN FLOR. A LOS NIÑOS

Son como los árboles en flor, sólo tienen sitio para las flores.

Muchos quieren reciprocidad y si es posible salir ganando algo, esperan que por mucho que den van a recibir más. Y siempre tendrán ellos la última palabra.

Otros saben que la reciprocidad entre padres e hijos es imposible y sencillamente aceptan a sus hijos.

Unos hijos que nunca seguirán su voluntad. Siempre serán diferentes. Y, como ha pasado siempre, esperarán a ver a sus padres muertos para saber cuanto les querían.

Paseando por un parque repleto de almendros en flor, el viajero decía que los niños pequeños son como esos árboles en flor. Sólo tienen sitio para las flores. Luego llega la juventud y cambian las flores por las hojas verdes. Luego llega la madurez y cambian las hojas verdes por los frutos. Cuando saben que su semilla dará vida a otros árboles, como ellos, se dejan secar hasta la siguiente primavera.

Todos los momentos de la vida tienen algo inolvidable, como las épocas de los árboles, pero para un padre la infancia de sus hijos es el mejor momento, como luego lo son los nietos. 

Un día se verano el viajero tuvo un sueño terrible. Se veía viejo y cargado de dinero. Se le apareció un ángel que le propuso quedarse con todo su dinero a cambio de una tarde con sus hijos cuando tenían cinco y siete años. El viajero le gritó llévate todo el dinero y … Se despertó con sus propios gritos. Esa noche se levantó, anduvo hasta el cuarto de sus hijos, y se encontró durmiendo a dos niños de cinco y siete años. Ese día supo que el único tesoro que quería en la vida era poder estar con sus hijos en su infancia. Lo hizo y se sabe millonario de lo importante.

Son como los árboles en flor, sólo tienen sitio para las flores.