VIAJE A LA SALUD 

¡Qué difícil es decirlo sin petrificarse!

Recordar es preguntarse. ¿Estará bien? ¿Qué habrá sido de …?

Lo mejor que sucede en una vida es el viaje a las personas que vamos conociendo.

Algunas llenaron nuestras vidas y nosotros llenamos las suyas. 

Un día uno cree que sólo es posible separarse rompiendo todo los lazos y no volver nunca a mirar atrás. 

Así pasan los años y cuando las tormentas han pasado, sólo quedan los buenos recuerdos de años pasados y las dudas.

Con el tiempo las preguntas se quedan sin respuesta. Los números de teléfono se han perdido, hace años que no se ha vuelto a hablar, cada uno ha seguido caminos diferentes.

Uno sabe que si se cruzasen con esas personas por la calle ni siquiera le reconocerían. Quizás es mejor así, seguir con el recuerdo de otros tiempos, de otras caras.

Mil razones que hacen imposible atreverse a volver a saber qué sucedió de aquella persona.

Decía el viajero que todos sufrimos el síndrome de la mujer de Lot y no podemos mirar al pasado sin miedo a petrificarnos en estatuas de sal. De esa sal con la que se castigaba a los pueblos vencidos echándola sobre sus campos para que nunca reverdeciesen.

Cuando miramos atrás revivimos el pasado. El recuerdo significa que algo vuele a pasar por el corazón (re cordis). Todo el que mira hacia atrás se convierte en estatua de sal porque el pasado ya está petrificado, es sólo una imagen inerte de lo fue. Es un viaje a lo irreal. Nada se recuerda como realmente sucedió. 

Uno se autoconvence de que les irá bien a esas personas tan importantes en nuestras vidas. De que nada malo ha podido sucederles.

Seguro que estarán bien. Seguro que nada malo habrá pasado a todas esas personas que se cruzaron en nuestro camino. 

No es posible vivir sin mirar atrás, no es posible vivir sin desear el bien a todos que los que nos dieron tanto y a los que no podemos volver a mirar atrás porque sabemos que nos petrificaríamos como estatuas de sal.

Seguro que sigues bien. Seguro que todos siguen bien. ¡Qué difícil es decirlo sin petrificarse!