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EL VIAJERO. Geografía
íntima. |
CABALLERO MOTERO
Un desconocido que cabalga en moto
para conquistar amaneceres.
Cuando al viajero le propusieron
hacer el viaje en moto por la ruta de de la seda no pensó en la
imposibilidad física de la “edad media”, sino en la imposibilidad
de incumplir la palabra dada a una persona que ya no está. Aquel
accidente del que no se olvida, aquellas locuras de juventud …
Luego el amigo motero les contó
el viaje por África y Asia central. Llega el camarero y toma nota
de las cervezas, rubias y morenas, pintas y medias pintas. Fotos geniales.
Puestos de control, problemas con la documentación, un sinfín
de anécdotas. Y el final, cuando llegó de noche a un puesto
fronterizo y le ofreció alojamiento un desconocido. El motero aceptó
y se asustó cuando en medio de la noche aquel desconocido le llevaba
por calles estrechas y oscuras. Miedo, el miedo al final, y cuando llegaron
abrió la puerta una familia en pleno que le dio la bienvenida como
si fuese uno más de la familia. La hospitalidad del desierto en
una ciudad perdida en el centro de Asia. Todavía habla de ellos
como de su familia.
En un lugar remoto del Asia central,
entre la guerra y el miedo, hay una familia que abre sus puertas a un desconocido
que cabalga en moto para conquistar amaneceres.
¿Te vienes a la ruta de la
seda?, le volvió a preguntar. Y al viajero le tuvieron que sujetar
para no salir aquella misma noche. El viaje espera y el viajero no sabe
esperar.
¿Te vienes a la ruta de la
seda?. ¿Dejamos los miedos y nos vamos?. ¿Te hace un desconocido
que cabalga en moto para conquistar amaneceres?. Ella le dijo que sí,
pero que de moto nada, en carroza.
(Ver
video)
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