inmoley.com


masmasculino.com
Es muy difícil ser constantemente el mismo hombre. Séneca
ENTRE HOMBRES
SER PADRES
EL DESVAN
ELLAS
HISTORIA
SALUD 
SEXUALIDAD
COSMÉTICA
DEPORTES
Muchas historias para decirte que yo te quiero más.
> Un hombre sólo es realmente un hombre cuando lo da todo por una mujer.
UN LIBRO PARA REGALAR
Ver libro
PORTADA
SECCIONES
SER PADRE
Paternidad responsable.
ENTRE HOMBRES
Revista masculina
HOMBRE ACTUAL
Opinión masculina.
SICOLOGIA MASCULINA
(El desván)
SALUD MASCULINA
Aprender a cuidarse
SEXUALIDAD
Ella lo es todo.
COSMÉTICA MASCULINA
Siempre joven.
DEPORTES MASCULINOS
Siempre en forma.
HISTORIA
Siempre aprendiendo.
COCINA
Ser independiente.
CÓMO NOS VEN ELLAS
Opinión femenina.
APRENDER
Vivir es no dejar de aprender.
 
EL VIAJERO. Geografía íntima.

EIN MENSCH, EIN DING, EIN TRAUM.

Tres músicos españoles viajaron a Viena en 1941 para celebrar en secreto la semana mozardiana.

Viena no se queda en la periferia de lo esencial. Viena es la esencia de la vida, de una visión trágica y apasionada de la música y del amor, que son una misma cosa. Una ciudad que se edificó en el futuro pensando en el pasado, en todos los pasados posibles, góticos, barrocos mezclados dentro de un mismo “Ring”,  y que sin ese amor por el pasado no hubiese podido crear su pasión por el futuro en la secesión vienesa “Secessionsstil”. Viena es lo esencial, la unión perfecta del pasado y del futuro que todos buscamos, porque mientras se vive se espera.

Empieza el viaje a la esencia de Mahler.

Mahler dejó Viena en 1909 para ir al Metropolitan de Nueva York, que le firmó un contrato que le permitía cobrar el triple que en Viena por trabajar sólo tres meses. Entonces Mahler se enteró de que Alma le engañaba y escribió a su mujer: "Vivir por ti, morir por ti. Alma, mi Almita". Y en la partitura de la Décima Sinfonía -la última- la tinta está corrida por dos lágrimas allí donde dice: "Adiós, lira mía". El 18 de mayo de 1911, en Viena, en un hospital de la Mariengasse, llegó el final y dijo adiós a la vida con una sola frase: ¡querido Mozart!.

El vienés Hugo von Hofmannsthal, fundador del Festival de Salzburgo, decía que tres cosas hay en un hombre: un hombre, una cosa, un sueño (ein Mensch, ein Ding, ein Traum). Aquel hombre escribió su primer poema con catorce años y habló del paso del tiempo cuando escribió el caballero de la rosa.

Aquel hombre, presenció el suicidio de su hijo mayor en Viena, en 1925, y no pudo soportar ver el estado de su ciudad cuando regresó de Estados Unidos. Al poeta le falló el corazón pocos días después, durante el entierro de su hijo.

Había otro vienés muy montañero, Viktor Frankl, que esperó a los sesenta y siete años para hacerse piloto y a la pregunta de  ¿usted por qué no se suicida?, respondía: porque hay alguien a quien amo.

Unos músicos Españoles (Turina, Rodrigo y Sopeña) viajaron a Viena en 1941 para celebrar en secreto la semana mozardiana. Aquellos hombres trajeron a Madrid la costumbre de la música religiosa del domingo vienés y se fijaron en una iglesia cercana al palacio, el Monasterio de la Encarnación. Decían que era la única que no desmerecería a Viena, “podría estar sin desdoro en Viena”. 

Desde siempre, aquellos hombres viajaron anualmente a la ciudad y disfrutaron de su música. 

En agosto de 1969 Federico Sopeña escribió a Ana Higueras (soprano estable en la década de los 70 en la Staatsoper y Volksoper) "Has hecho muy bien en hacer este viaje: Todo antes que seguir amarrada al ambiente musical de aquí. Disfruto de pensar lo que te va a gustar Viena. Lástima que la Ópera esté cerrada ahora. Allá iremos cuando debutes. Te recomiendo para tu alemán leer mucho Heine y apréndelo de memoria. Allí en Heidelberg vive el más grande filósofo de nuestro tiempo Heideger. No dejes de ver la biblioteca de la ciudad ¡y el castillo!. Una buena consecuencia de tu viaje: rezo mejor.” 

Aquellos hombres hicieron revivir la pasión madrileña por Viena que había traído la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena al casarse con Alfonso XII. Dicen que la reina lo primero que echó al equipaje fue un piano y lo primero que hizo en la corte fue enseñarles lo que era un vals.

Era el Madrid de los valses, de la opereta, del pan de Viena (la primera tahona madrileña de este pan estuvo en la calle Capellanes) y del chocolate con nata.

Y Madrid se contagió de la alegría de vivir en Viena. Decía el francés Talleyrand  (París, 13 de febrero de 1754 - París, 17 de mayo de 1838) que quien no ha conocido aquella época en Viena no ha conocido la dulzura de vivir. Una época en la que se decía que el más bello mes de mayo de Europa está en Viena, una época en la que los domingos vieneses se escuchaban misas en latín y música, siempre la música en las iglesias de Viena. Una Viena desde la que salía el Orient Express hacia Venecia, el viaje de bodas obligado de la aristocracia vienesa de la época.

Siglos antes había llegado a Barcelona a esposa del archiduque Carlos, Elisabet Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel, a la que llamaron la reina de Barcelona durante la guerra de sucesión. En Barcelona se instaló la corte austracista, desde 1708 hasta 1713. Elisabet llegó a la ciudad por el puerto de Mataró y lo celebraron al estilo vienés con fuegos artificiales durante tres días. Ya en Barcelona sufragó numerosos espectáculos de teatro y ópera. Fue regente cuando Carlos III dejó Cataluña en 1711 para convertirse en Viena en el emperador Carlos VI. Y como no recordar que la Iglesia vienesa de San Carlos mira en dirección a España.

Todo esto para recordar y homenajear a los músicos españoles que soñaron con Viena desde España, que viajaron a Viena en 1941 para celebrar en secreto la semana mozardiana, que volvieron siempre que pudieron y que trajeron a la Filarmónica de Viena a Madrid por primera vez. Un día hubo un sueño en Viena y toda Viena era el mejor de los sueños. Una Viena que, como dice el poema de Hofmannsthal, hacía del hombre un sueño, pero no un sueño plácido, porque no era plácido ver el desencanto de un mundo que se derrumbaba.

Hugo von Hofmannsthal
Ein Mensch, ein Ding, ein Traum.

Wir sind aus solchem Zeug, wie das zu Träumen, 
Und Träume schlagen so die Augen auf 
Wie kleine Kinder unter Kirschenbäumen, 

Aus deren Krone den blaßgoldnen Lauf 
Der Vollmond anhebt durch die große Nacht. 
... Nicht anders tauchen unsre Träume auf, 

Sind da und leben wie ein Kind, das lacht, 
Nicht minder groß im Auf- und Niederschweben 
Als Vollmond, aus Baumkronen aufgewacht, 

Das Innerste ist offen ihrem Weben; 
Wie Geisterhände in versperrtem Raum 
Sind sie in uns und haben immer Leben. 

Und drei sind Eins: ein Mensch, ein Ding, ein Traum.
Hugo von Hofmannsthal

 (Ver video)


OPINE
Formulario para opinar.
Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.

 

OPINE
Formulario para opinar.
Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.
www.inmoley.com
Formación internacional 
de la construcción.

Edificación industrializada.
Ingeniería de la edificación.
Obra pública internacional

Cursos / Librería /E-books/Audio-book y Vídeos educativos 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

ir a inicio de página
Copyright © masmasculino.com 
Todos los derechos reservados. El uso de esta información sin autorización expresa de masmasculino.com y al margen de las condiciones generales de contratación de masmasculino.com, será perseguido judicialmente.
Volver a la página anterior