RAQUEL MELLER, LA VIOLETERA.

"El mismo trecho hay del teatro a palacio que de palacio al teatro".

Antes de nada hay que escucharla. Raquel Meller - El Relicario

En 1927 Raquel Meller trabajó en la película “El Relicario” que trata de  los amores de un torero y una joven verbenera, como todas las películas española de la época, toreros y cupletistas. 

Raquel Meller ha sido uno de los pocos españoles que han aparecido en la portada de la prestigiosa revista Time. En concreto fue portada del número 17, correspondiente al 26 de abril de 1926. Para dar una importancia de la portada señalar que otros personajes que merecieron una portada ese mismo año fueron el Káiser Guillermo II, Benedetto Mussolini y Pietro Mascagni. 

Nacida Francisca Marqués López el 9 de marzo de 1888 en Tarazona, falleció en Barcelona el 26 de julio de 1962. 

Francisca debutó en el salón La Gran Peña en febrero de 1908 bajo el nombre de "La Bella Raquel" pero poco después cambió definitivamente su nombre por el de "Raquel Meller" en recuerdo de un amor alemán.

El 16 de septiembre de 1911 Raquel Meller hizo su gran debut en el Teatro Arnau de Barcelona. Fue en esa época en donde cantó La Violetera y El Relicario, las dos canciones compuestas por José Padilla que la hicieron famosísima. Otros compositores de los que interpretó canciones fueron Fernando Periquet y Enrique Granados. 

En 1919 se casó con un dandy, el aventurero, escritor y diplomático guatelmateco Enrique Gómez Carillo, del que se divorció dos años después. Enrique Gómez Carillo es un personaje singular, amante de Mata-Hari, pero sin duda fue quien encumbró a la fama internacional a Raquel Meller. También le gustaban los duelos. Se dijo que Gómez Carrillo llevó con engaños a París a Mata-Hari, con lo que facilitó su detención por la policía francesa; acusada de espionaje, la artista fue fusilada; el escritor se defendió en un libro titulado El misterio de la vida y la muerte de Mata-Hari, que no aclaró nada, aunque el caso se aclaró definitivamente por las autoridades francesas en 1934, lo que constituyó para nuestro autor una exculpación póstuma. Su madre era belga pero no utilizó su apellido. Con el tiempo llegó a adoptar la nacionalidad argentina para poder ser cónsul al servicio de la república del Plata. Se casó tres veces: con Aurora Cáceres, con Raquel Meller y con Consuelo Suncín; a su muerte, las reclamaciones sobre su herencia se complicaron por los derechos de una hija que Gómez Carrillo había tenido de la poetisa y cantante de ópera Anny Percy que se llamaba Elena, al igual que la niña que adoptó con Raquel Meller, que se cree que también era hija natural. 

Después del divorcio de Raquel Meller, en 1922, Gómez Carrillo cayó en una profunda depresión y empezó a beber. Con el tiempo se casó en terceras nupcias con la salvadoreña Consuelo Suncín, a quien llevaba más de 30 años. A los once meses de la boda, Gómez Carrillo sufrió un derrame cerebral y se volvió a quedar viuda. Tenía veintiséis años y había enviudado dos veces.  Ya dueña de una gran fortuna deja París y se instala en Buenos Aires. Y es allí cuando a los treinta años es presentada por un amigo, Benjamin Crémieux, a Antoine de Saint-Exupéry, con quien se casa un año después. Consuelo Suncín fue la inspiración del autor de “El Principito”, del que ya hemos hablado en otra ocasión.

Ese mismo año, Raquel celebró sus primeros triunfos en París (Olympia), Argentina, Uruguay y Chile. En 1926 hizo una gran gira por los Estados Unidos, recorriendo Nueva York, Filadelfia, Chicago, Boston, Baltimore y Los Angeles. Alrededor de 1930, Raquel atrajo la atención de Charlie Chaplin, quien quiso que interpretara el papel protagonista de su película Luces de la Ciudad (City Lights) (1931). Aunque Raquel Meller no interpretó el papel, aunque Chaplin sí incorporó la melodía de la canción La Violetera como un tema principal en esta película. 

En 1918 Sorolla le hizo un magnífico retrato, actualmente expuesto en el Museo Sorolla de Madrid. Según la coleccionista de arte y ex modelo Carmen Moscardó, descendiente de la familia Sorolla, ya que su abuela paterna, Enriqueta García, era hermana de Clotilde García, asegura tener muy claro, "por confesiones que han ido repitiéndose en mi familia generación tras generación, que Sorolla estuvo encaprichado de la cantante Raquel Meller, a la que retrató y a la que iba a ver con frecuencia al Teatro Apolo de Madrid''. Sorolla llegó a enojarse con su hijo Joaquinet, porque fue el muchacho, que murió tuberculoso muy joven, "quien al final mantuvo una relación estrecha con Raquel Meller''. Esta es una historia "que siempre ha estado muy sabida en mi familia'', añade Moscardó.

En 1919 inició su carrera cinematográfica y entre sus éxitos se encuentran Violetas Imperiales (1923) y Carmen (1926). En 1932 rodó una segunda versión de Violetas Imperiales para el cine sonoro, y en 1936 comenzó con el rodaje de Lola Triana, cuya producción fue interrumpida por la Guerra Civil española. Rodó también películas para el cine francés, y fue musa de muchos intelectuales: Los Quintero, Los Machado, Galdós, Benavente, Guimerà... 

En los años treinta Raquel residió en Francia e incorporó al teatro a Carmen Amaya de la que prometemos hablar algún día.

Era tal su reputación internacional que según escribió ya en los años treinta Henriette Magy, su versión de “el relicario” la utilizó Roosevelt en su campaña electoral. 

Se permitía hacer desplantes al rey Alfonso XIII que no dudaba en contestarla: "cuando te sale la maña eres imposible...". En cierta ocasión Alfonso XIII la invitó a palacio para que le cantase allí; la Meller rehusó el requerimiento diciéndole que el mismo trecho había del teatro a palacio que de palacio al teatro.

La Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial provocaron un cambio abrupto en la carrera de Raquel Meller. En 1937 viajó a Argentina, donde se quedó hasta 1939. Después de la Guerra Civil se mudó a Barcelona y allí se casó por segunda vez con su empresario francés Demon Sayac, del que se divorció en 1943.

Su último contacto con el público fue en el espectáculo "Campanas de Viena" (1957) de la compañía de Kaps y Johan "Los Vieneses". 

Nunca tuvo hijos propios pero adoptó a dos, uno de cada uno de sus matrimonios Elena Gómez Carrillo y Jordi Enric Sayac.